Pedro, a quien le dicen Corazón de Oro, es amado por todos. Servicial, sonriente y dispuesto a ayudar, se vé afectado por su incapacidad de poner límites.
TOC - TOC
CUANDO LAS MANOS HABLAN
Melinda próxima a jubilarse, solo necesito un momento de atención plena en su mundo interno para verse y sentirse. Un bendito momento de inflexión desde donde emerge la determinación de declarar un ¡Basta! Y hacerse cargo de redireccionar su vida.
ADMINISTRADOR DE MASCARAS
Otro día comienza. Vehículos amontonados, hombres y mujeres con rostros grises, tensos por lo que depara la jornada. Para otros, […]